Mis complicaciones para escribir un texto de 1000 palabras
(Nota: En realidad no escribí 1000 palabras, sólo llegué a 717)
La escritura es un medio de comunicación que todos conocemos y aplicamos, ya sea como emisores o receptores, en papel o en medios digitales. Estamos acostumbrados a escribir para organizar fiestas o pelear en grupos de compra-venta, pero ¿qué pasa cuando intentas escribir un texto con propósitos diferentes?
Buscando inspiración
Definitivamente lo más difícil de intentar empezar a escribir de manera “formal”, es encontrar una fuente de inspiración. Muchas veces mientras estoy a punto de dormir me imagino escribiendo cientos y cientos de párrafos, creyendo que ha llegado mi momento de inspiración me levanto de la cama, enciendo mi computadora, escribo unas cuantas palabras y de pronto la inspiración se va, desaparece más rápido que un orgasmo y tengo que esperar un buen rato para volver a tener otro… otro momento de inspiración.
Encontrar inspiración me iba a ser casi imposible, así que me propuse una meta. Todos los días voy a escribir 1 renglón. Quizá te estes preguntando, ¿por qué escribir un renglón diario y no una cuartilla, o por lo menos escribir un párrafo diario? Para responder esto voy a hacer un plagio involuntario porque no recuerdo en donde lo escuché.
Hay que proponerse metas exageradamente sencillas, por ejemplo, si quieres comenzar a correr ponte como meta todos los días darle una vuelta a la manzana. ¿Qué va a pasar? Te vas a alistar para salir a correr, vas a salir de la comodidad de tu casa, le vas a dar la vuelta a la manzana y una vez terminada vas a decir “No mames, ¿neta me salí nomás para darle una vuelta?” y seguirás corriendo hasta dar quizá otras 10 vueltas o hasta que te canses. Sólo para hacerte sentir que realmente valió la pena haberte salido de tu casa.
Entonces al hacerme un tiempo a diario sólo para escribir un mísero renglón, me hará de manera inconsciente seguir escribiendo más para hacerme sentir que realmente está valiendo la pena este tiempo que le estoy dedicando.
Y una vez sentado, dispuesto a escribir mi primer renglón surge una gran pregunta ¿Acerca de qué voy a escribir?
Pensando en que escribir
Sentado frente a mi lienzo en blanco me quedo pensando en el tema para escribir, esa idea a desarrollar, esa historia por contar. Pero siempre llego a la misma conclusión no sé acerca de qué escribir. Tengo que definir una temática clara y concisa sobre la cual irá mi blog.
Primero pensé en escribir historias acerca de mi vida, pero no hay mucha tela de donde cortar y no estoy seguro de querer dar a conocer mi vida privada así que esa primera idea quedó descartada. Después se me ocurrió escribir acerca de informática, el área en que me desarrollo, pero no me considero un erudito en el tema como para escribir un texto semanal al respecto, y tampoco pretendo que este blog sea meramente educativo.
Así que decidí sacar a flote una de mis “red flags” y dejar que todo fluya. Cuando pensamientos existenciales inunden mi mente, escribiré textos existencialistas, si pensamientos alegres llegan a mi cabeza, voy a escribir cosas alegres, si mi mente se satura de pensamientos sexuales… Escribiré también cosas alegres.
¿Podré ser constante?
Finalmente, me enfrento a mi mayor desafío, la constancia. Esta falta de constancia ha sido una constante en mi vida(barras). Desde los libros que he dejado a medias, los cursos en línea que nunca completé, hasta los proyectos personales que nunca vieron la luz. Pero esta vez quiero que sea diferente. Quiero desafiarme a mí mismo a romper con ese patrón y a demostrarme que puedo ser consistente en algo que me apasiona, aunque aún no tenga claro cuál es esa pasión.
Quizá la clave esté en aceptar que no necesito una gran inspiración para empezar. Quizá solo necesite aceptar que algunas veces, escribiré cosas que no me parecerán brillantes, pero que ese acto de escribir, día tras día, eventualmente me llevará a descubrir mi propia voz y mi propia temática. Quizá, solo quizá, en el proceso de escribir sobre nada en particular, empiece a escribir sobre todo lo que realmente importa. Y así poco a poco quitarme esa mala costumbre de dejar las cosas inconcl